Era miércoles, un soleado y bonito miércoles.
Escondí las manos en los bolsillos de mis jeans mientras esperaba mi turno para pedir la lista de deportes. Que Serena me haya corrido del equipo de fútbol resultó más difícil de lo que pensé. Al parecer la nueva reglamentación exigía apuntarse a al menos un deporte y a decir verdad, estaba satisfecha con mi rendimiento en el equipo.
Suspiré, volviendo a mirar al frente como el chico delante mío se inclinaba al escritorio para hablar con la mujer que atendía.
No pasó más de un minuto, ésta le sonreía y reía encantada. Luego el chico se volteó tras un suave "gracias" y entonces me helé cuando su mirada se encontró con la mía.
El plan de escapatoria no era una opción, el chico se quedó viéndome con el ceño fruncido.
Oh, vaya, está enojado. Lo sabía, sabía que no me saldría con la mía tan fácil.
- Espera tu eres...
- La chica que te golpeó, sí - Dije deambulando mis ojos por mis pies.
- ¿__...
- ______.
El chico rió porque volví a acabar la oración por él. Ya no llevaba una venda, ahora la pequeña herida estaba al aire libre.
- Sí, Serena me lo dijo ¿Se conocen?
Asentí.
- Pronto no quedará nada - Dijo señalando el lugar donde lo golpee, al percatarse de que yo no quitaba mis vista de allí.
- Oh, sí, lo siento tanto - Me disculpé una vez más.
El chico, que si no me equivoco Serena llamó "Liam Payne", me dio una media sonrisa.
Volví bajar la cabeza llena de vergüenza, casi pude oír a Liam suspirar. El momento se tornaba incómodo, no había manera de fluir una conversación conmigo, no cuando me encontraba en esa posición con él.
- Tengo tu pañuelo. - Dijo quebrando el silencio.
Para cuando miré hacia atrás, otra persona había tomado mi lugar en la fila. Él se quitó la mochila que colgaba de su hombro y abrió un bolsillo, sin encontrar nada.
- Debo haberlo dejado en casa.
- Oh, está bien, no es nada.
Liam asintió, dejando ver la sombra de una sonrisa. Enrojecí.
- ¿Y... Qué haces aquí? - Preguntó, haciendo ademán con la cabeza hacia la recepción.
- Busco horarios - Contesté viendo como la fila avanzaba sin mí.
- Creí que ya estabas en fútbol - Bromeó, reí.
Pero al recordar todo lo acontecido, el sonido se tornó amargo y desapareció en segundos.
Liam encaró una ceja percatándose de mi lapsus repentino.
Suspiré antes de contestar.
- Me corrieron del equipo.
Él abrió sus ojos con sorpresa.
- ¿Por lo de el golpe? - Preguntó casi indignado.
Me encogí de hombros.
- Solo quiero aclarar que no fue a propósito - Repliqué, a mis espaldas la recepcionista había quedado libre - Lo siento, tengo que irme.
Giré sobre mis talones, él no respondió.
Para cuando tuve la lista en mis manos y voltee, Liam ya no estaba allí.
Había sobrevivido a una breve conversación con el quarterback del equipo contrario cuyo afecto hacia mí debía ir de cero a negativo.
La mitad del día llegó sin decisión alguna, el papel de deportes ahora doblado en 4 aún me acompañaba en mi bolsillo trasero.
Suspiré dejando mi bandeja frente a la de Julie.
- ¿Esas caras largas? - Preguntó ella en cuanto me vio desplomarme en el asiento.
Le expliqué lo ocurrido desde la última vez que hablamos, Julie abrió los ojos sorprendida.
- ¿Te echó del equipo? - Preguntó incrédula.
Asentí, sin querer dar detalles de aquella conversación.
- Ahora tengo que escoger otro equipo - Dije con pocos ánimos, metiendo la mano en el bolsillo de mis jeans y sacando la lista de deportes.
Pero era en vano, fútbol había sido mi golpe de suerte.
Por la tarde me encontré a mi misma sentada en una banca apartada en el vestuario, este se encontraba vacío, hacía diez minutos había acabado el movimiento. Las chicas se habían colocado su uniforme de gimnasia y yo solo observé mis pies, hasta que el lugar se tornó silencioso.
Disponía a colocarme mis auriculares hasta que acabase el partido de volleyball de Julie, pero el sonido de unos pasos me instó a esperar a comprobar quien era.
La boca se me secó cuando Serena Baltimore asomó su cabeza, encontrándose efectivamente, con mi expresión perdida.
Llevaba su cabello dorado recogido en un moño, la camiseta apretaba perfectamente su torax marcando sus pechos y sus shorts dejaban nada a la imaginación de sus largas y finas piernas.
Se acercó a mí y con las manos entrelazadas sobre su regazo, se sentó a mi lado.
Primero me pareció extraño, pero conforme comenzó a hablar, olvidé ese detalle insignificante.
- Oí que no te apuntaste a otro equipo - Dijo en un tono severamente cortante, siquiera volteó a verme - Volverás al equipo de fútbol - Agregó después.
Abrí mis ojos sorprendida, Serena volteó a verme, parecía molesta. El tono reseco de su voz y la manera en que prácticamente me escupía las palabras.
- Vaya, Serena ¿Enserio? Gracias - Me apresuré a decir.
Ella asintió con una mueca.
- Solo... No vuelvas a meter la pata ¿Quieres?
Me encogí de hombros, por dentro sonriendo, hacía mucho que las cosas no salían como yo las quería, pero ¿Por qué el repentino cambio de opinión en Serena?
Luego de alistarme, salí con una energía poco común en mí, pero aún así se sintió bien. El equipo se encontraba calentando y me uní a ellas recibiendo un "Tarde, Gallagher" Por parte de la entrenadora.
Supuse que Serena no llegó a avisarle que me iba a correr del equipo, eso me ahorraría otro malentendido.
En las gradas había menos personas que ayer, para mi fortuna. Faltaba el equipo de football de Capeside, el que no estuviera el quarterback Liam Payne me generó una mezcla de alivio y miedo. Alivio, pues no tendría que lidiar con la tensión de no "meter la pata" como diría Serena, golpearlo otra vez sería la última gota para desbordar el vaso. Y el miedo, venía justamente por ello, la idea de que Liam y su equipo no estuviese allí debido al episodio de ayer me asustó.
El partido culminó con una segunda victoria a nuestro favor, Becky se había lucido nuevamente.
Recibí unas palmadas de aliento en mi espalda por parte de la entrenadora Traverso, lo que me dio a entender que después de todo, no había hecho un mal trabajo.
Una vez duchada y cambiada, me dirigí con Julie a la salida del instituto, donde encontramos folletos pegados por todas las paredes.
Escondí las manos en los bolsillos de mis jeans mientras esperaba mi turno para pedir la lista de deportes. Que Serena me haya corrido del equipo de fútbol resultó más difícil de lo que pensé. Al parecer la nueva reglamentación exigía apuntarse a al menos un deporte y a decir verdad, estaba satisfecha con mi rendimiento en el equipo.
Suspiré, volviendo a mirar al frente como el chico delante mío se inclinaba al escritorio para hablar con la mujer que atendía.
No pasó más de un minuto, ésta le sonreía y reía encantada. Luego el chico se volteó tras un suave "gracias" y entonces me helé cuando su mirada se encontró con la mía.
El plan de escapatoria no era una opción, el chico se quedó viéndome con el ceño fruncido.
Oh, vaya, está enojado. Lo sabía, sabía que no me saldría con la mía tan fácil.
- Espera tu eres...
- La chica que te golpeó, sí - Dije deambulando mis ojos por mis pies.
- ¿__...
- ______.
El chico rió porque volví a acabar la oración por él. Ya no llevaba una venda, ahora la pequeña herida estaba al aire libre.
- Sí, Serena me lo dijo ¿Se conocen?
Asentí.
- Pronto no quedará nada - Dijo señalando el lugar donde lo golpee, al percatarse de que yo no quitaba mis vista de allí.
- Oh, sí, lo siento tanto - Me disculpé una vez más.
El chico, que si no me equivoco Serena llamó "Liam Payne", me dio una media sonrisa.
Volví bajar la cabeza llena de vergüenza, casi pude oír a Liam suspirar. El momento se tornaba incómodo, no había manera de fluir una conversación conmigo, no cuando me encontraba en esa posición con él.
- Tengo tu pañuelo. - Dijo quebrando el silencio.
Para cuando miré hacia atrás, otra persona había tomado mi lugar en la fila. Él se quitó la mochila que colgaba de su hombro y abrió un bolsillo, sin encontrar nada.
- Debo haberlo dejado en casa.
- Oh, está bien, no es nada.
Liam asintió, dejando ver la sombra de una sonrisa. Enrojecí.
- ¿Y... Qué haces aquí? - Preguntó, haciendo ademán con la cabeza hacia la recepción.
- Busco horarios - Contesté viendo como la fila avanzaba sin mí.
- Creí que ya estabas en fútbol - Bromeó, reí.
Pero al recordar todo lo acontecido, el sonido se tornó amargo y desapareció en segundos.
Liam encaró una ceja percatándose de mi lapsus repentino.
Suspiré antes de contestar.
- Me corrieron del equipo.
Él abrió sus ojos con sorpresa.
- ¿Por lo de el golpe? - Preguntó casi indignado.
Me encogí de hombros.
- Solo quiero aclarar que no fue a propósito - Repliqué, a mis espaldas la recepcionista había quedado libre - Lo siento, tengo que irme.
Giré sobre mis talones, él no respondió.
Para cuando tuve la lista en mis manos y voltee, Liam ya no estaba allí.
Había sobrevivido a una breve conversación con el quarterback del equipo contrario cuyo afecto hacia mí debía ir de cero a negativo.
La mitad del día llegó sin decisión alguna, el papel de deportes ahora doblado en 4 aún me acompañaba en mi bolsillo trasero.
Suspiré dejando mi bandeja frente a la de Julie.
- ¿Esas caras largas? - Preguntó ella en cuanto me vio desplomarme en el asiento.
Le expliqué lo ocurrido desde la última vez que hablamos, Julie abrió los ojos sorprendida.
- ¿Te echó del equipo? - Preguntó incrédula.
Asentí, sin querer dar detalles de aquella conversación.
- Ahora tengo que escoger otro equipo - Dije con pocos ánimos, metiendo la mano en el bolsillo de mis jeans y sacando la lista de deportes.
Pero era en vano, fútbol había sido mi golpe de suerte.
Por la tarde me encontré a mi misma sentada en una banca apartada en el vestuario, este se encontraba vacío, hacía diez minutos había acabado el movimiento. Las chicas se habían colocado su uniforme de gimnasia y yo solo observé mis pies, hasta que el lugar se tornó silencioso.
Disponía a colocarme mis auriculares hasta que acabase el partido de volleyball de Julie, pero el sonido de unos pasos me instó a esperar a comprobar quien era.
La boca se me secó cuando Serena Baltimore asomó su cabeza, encontrándose efectivamente, con mi expresión perdida.
Llevaba su cabello dorado recogido en un moño, la camiseta apretaba perfectamente su torax marcando sus pechos y sus shorts dejaban nada a la imaginación de sus largas y finas piernas.
Se acercó a mí y con las manos entrelazadas sobre su regazo, se sentó a mi lado.
Primero me pareció extraño, pero conforme comenzó a hablar, olvidé ese detalle insignificante.
- Oí que no te apuntaste a otro equipo - Dijo en un tono severamente cortante, siquiera volteó a verme - Volverás al equipo de fútbol - Agregó después.
Abrí mis ojos sorprendida, Serena volteó a verme, parecía molesta. El tono reseco de su voz y la manera en que prácticamente me escupía las palabras.
- Vaya, Serena ¿Enserio? Gracias - Me apresuré a decir.
Ella asintió con una mueca.
- Solo... No vuelvas a meter la pata ¿Quieres?
Me encogí de hombros, por dentro sonriendo, hacía mucho que las cosas no salían como yo las quería, pero ¿Por qué el repentino cambio de opinión en Serena?
Luego de alistarme, salí con una energía poco común en mí, pero aún así se sintió bien. El equipo se encontraba calentando y me uní a ellas recibiendo un "Tarde, Gallagher" Por parte de la entrenadora.
Supuse que Serena no llegó a avisarle que me iba a correr del equipo, eso me ahorraría otro malentendido.
En las gradas había menos personas que ayer, para mi fortuna. Faltaba el equipo de football de Capeside, el que no estuviera el quarterback Liam Payne me generó una mezcla de alivio y miedo. Alivio, pues no tendría que lidiar con la tensión de no "meter la pata" como diría Serena, golpearlo otra vez sería la última gota para desbordar el vaso. Y el miedo, venía justamente por ello, la idea de que Liam y su equipo no estuviese allí debido al episodio de ayer me asustó.
El partido culminó con una segunda victoria a nuestro favor, Becky se había lucido nuevamente.
Recibí unas palmadas de aliento en mi espalda por parte de la entrenadora Traverso, lo que me dio a entender que después de todo, no había hecho un mal trabajo.
Una vez duchada y cambiada, me dirigí con Julie a la salida del instituto, donde encontramos folletos pegados por todas las paredes.
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¡Gracias por los comentarios!
Si conocen a Juli (se que la mayoría lee esta novela porque ella se las recomendó desde la suya), quería darle una noticia que ella misma va a ampliar en su blog.
Con Juli, iniciaremos una novela, ella la crea y yo la escribo básicamente, jajaja.
Como ya dije, más tarde ampliaremos.
Las quiere,
Ana
Pd, si quieren saber algo o necesitan ayuda o alguien con quien hablar: Ask.fm/FlowerCrownGirl